No siempre vestirse “bien”, quiso decir que la vanidad se interponga ante la inteligencia y mucho menos, cuando se trataba del coeficiente de un adolescente de apenas 16 años, uno de los 56 ingresantes a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Hoy William Bejarano Rivera con cuatro décadas encima, nos recibe en el sexto piso del GRJ, donde está ubicada su oficina. Viste de azul: jean, camisa y zapatos casuales, todos de reconocida marca y sus clásicos lentes oscuros pero transparentes, especiales para el trabajo de campo que realizan los ingenieros dedicados a “pasar revista”.
Pese al sol, a la polvareda, de recorrer obras de la gestión pasada paralizadas por su mala formulación y edificación sobre terrenos poco convencionales, retoma sus inicios y recuerda como si fuera ayer, que su estilo en la forma de vestirse “bien”, empezó de adolescente cuando vestía un camisón con franjas rojas y zapatillas, mientras los demás vestían camisas, pantalones y zapatos negros.
Pero antes de llegar a la universidad ejerció los mil oficios, para autofinanciarse los estudios y exigencias cotidianas, debido a la falta de recursos económicos solventes de sus padres. William o Willy dice haber sido vendedor de papa, fungir de payaso, promotor de libros, de héroes, lo ubican con pies de plomo en torno a la importancia del compromiso con la sociedad actual. Cualidades de las grandes personas que con humildad son capaces de construir su vocación de servicio.
Hoy con muchos años de experiencia y ni una sola cana, gracias a la forma de vida que vive, según William, a restarle importancia a los agravios, denuncias infundadas de personas con envidia por la función pública que ha desempeñado a lo largo de su vida profesional en diversas ciudades y entidades públicas.
“Soy hijo de padres educadores y hermano de tres profesionales de nivel. Así que no tengo tiempo para responder acusaciones bajas, porque mi pensamiento y objetivo es en los poblados que llegan a contar por primera vez con servicios como el agua o la luz, sumado a ello la construcción de carreteras. Ver la alegría y la emoción de los niños y ancianos, no tiene ningún precio”, expresa emocionado a flor de piel, mientras come su papaya cortada en trozos y que no pudo terminarla durante su desayuno. Eran las 12:45 de la tarde.
MÁS DATOS
William Bejarano Rivera, nació en Jesús María, estudió en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, cuna de héroes, poetas y hombres de valor, mientras su carrera profesional lo hizo en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Maestría en Gerencia de Proyectos de Ingeniería y el Doctorado en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Su padre el Dr. Necker Bejarano Alejos, docente reconocido con las “Palmas Magisteriales en el Grado de Gran Maestro” y es egresado del Instituto “Teodoro Peñaloza”, cuando aún se llamaba “Normal de Chupaca”; su señora madre Alcira Rivera Espinoza también es una reconocida docente.
Una extensa experiencia laboral: Tres veces Gerente Regional de Infraestructura de las regiones Piura, Ancash y Junín respectivamente. Sub Gerente de Supervisión y Liquidación de Obras del Gobierno Regional de Junín. En Sedam Huancayo se desempeñó como: Gerente de Desarrollo, Gerente Comercial, Sub Gerente de Catastro y Medición. Gerente Técnico de SERVIUNI, Asesor de diversos gobiernos regionales y locales. Asesor del Congreso de la República. Jefe de supervisión y proyectos en múltiples gobiernos regionales y locales.
Una veintena de diplomados acreditados por universidades nacionales, sobre: SNIP, Ley de Contrataciones, Derecho Ambiental y otros.